La mantelería blanca es un clásico indiscutible en la decoración de mesas. Su elegancia atemporal y su capacidad para adaptarse a cualquier evento la convierten en una opción popular, desde bodas y cenas formales hasta reuniones familiares. Sin embargo, al usar mantelería blanca, hay algunos errores comunes que pueden arruinar la presentación de la mesa y restarle encanto a la decoración. En esta entrada, te mostramos los errores más frecuentes al usar mantelería blanca y te damos consejos para evitarlos y sacar el máximo partido a esta opción versátil.
1. Descuidar las Manchas y Arrugas
El color blanco es extremadamente elegante, pero también es uno de los tonos más sensibles a las manchas y arrugas. Una mancha o una arruga puede hacer que la mesa se vea descuidada y menos atractiva. Además, cualquier pequeño desperfecto en un mantel blanco tiende a resaltar más que en otras tonalidades.
Cómo evitarlo: Asegúrate de planchar el mantel antes de colocarlo en la mesa para que se vea impecable. Si estás organizando un evento donde es probable que haya derrames, como una cena con niños o una celebración donde se sirvan salsas, considera colocar protectores invisibles debajo o usar manteles antimanchas. Ten siempre a mano un quitamanchas instantáneo para solucionar cualquier accidente rápidamente.
2. No Considerar el Contraste Visual
Un mantel blanco puede hacer que la mesa se vea un poco monótona si no hay suficiente contraste en los demás elementos. Vajillas, cubiertos, centros de mesa y servilletas deben ser elegidos con cuidado para que la mesa se vea armoniosa y visualmente atractiva. Sin contraste, el blanco puede dar una sensación de vacío o frialdad.
Cómo evitarlo: Añade elementos de colores complementarios o de tonos metálicos para darle vida a la mesa. Vajilla de color, cubiertos dorados o anillos para servilletas en tonos cálidos pueden crear un bonito contraste. También puedes usar centros de mesa florales o elementos naturales como ramas verdes o frutas para añadir color y textura.
3. Elegir Materiales Incorrectos
No todos los materiales de mantelería blanca funcionan igual en todos los eventos. Un mantel de algodón, por ejemplo, puede lucir perfecto para un almuerzo casual, pero no es tan adecuado para una cena formal, donde un material más sofisticado como el lino o el satén aportaría más elegancia.
Cómo evitarlo: Elige el material de acuerdo con el tipo de evento. Para eventos formales, opta por manteles de lino o satén que le den a la mesa un aspecto más sofisticado. Para reuniones informales, un mantel de algodón o mezcla de algodón será perfecto y más fácil de manejar. Además, elige materiales que sean fáciles de lavar y mantener, especialmente si el evento es largo o involucra comida con alto potencial de mancha.
4. Olvidar la Iluminación Adecuada
La mantelería blanca puede verse muy diferente dependiendo de la iluminación. En luz natural, el blanco tiende a verse fresco y elegante, pero bajo luces artificiales de ciertos colores, puede tomar tonos inesperados, como un blanco amarillento o azulado, que pueden afectar la estética general.
Cómo evitarlo: Si el evento será en un lugar cerrado, verifica el tipo de iluminación que tendrás. Para que el blanco se vea limpio y puro, opta por luces de tono neutro o cálido. Si es posible, haz una prueba de iluminación con la mantelería colocada para asegurarte de que el efecto sea el deseado.
5. Usar Accesorios que No Combinen
Al ser un color neutro, el blanco permite combinarse con una gran variedad de accesorios. Sin embargo, esto también puede llevar a un exceso de adornos o combinaciones poco armoniosas. Demasiados colores o estilos pueden hacer que la mesa se vea desordenada en lugar de elegante.
Cómo evitarlo: Elige una paleta de colores para los accesorios y mantente en ella. Para un estilo clásico, utiliza tonos metálicos o neutros. Si deseas un toque de color, elige uno o dos tonos que complementen el blanco, como el dorado y el verde oliva, o el azul marino y el plateado. Menos es más cuando se trata de decorar una mesa con mantelería blanca.
6. No Añadir Texturas
La mantelería blanca lisa puede ser elegante, pero también puede verse un poco plana si no se añaden texturas que enriquezcan el aspecto de la mesa. Una mesa sin texturas puede dar una impresión demasiado sencilla o poco atractiva.
Cómo evitarlo: Incorpora texturas a través de servilletas de lino, cristalería tallada, platos de cerámica o bajoplatos con relieve. Estos detalles añaden profundidad y evitan que la mesa se vea simple. También puedes optar por un mantel blanco con textura, como bordado o encaje, para darle un toque de sofisticación sin perder el estilo clásico.
7. Ignorar el Tamaño y la Caída del Mantel
El tamaño del mantel es un detalle importante que, si no se cuida, puede restar elegancia a la mesa. Un mantel demasiado corto puede verse desproporcionado, mientras que uno demasiado largo puede resultar incómodo para los invitados.
Cómo evitarlo: Para una mesa formal, el mantel debe caer aproximadamente 30 cm desde el borde de la mesa. Para un evento más informal, una caída de 15 a 20 cm es suficiente. Asegúrate de medir bien la mesa antes de elegir el mantel para evitar que quede muy corto o demasiado largo.
8. No Adaptarse a la Estación del Año
Un mantel blanco es versátil, pero puede verse frío en temporadas como el invierno, si no se complementa adecuadamente. Al contrario, en verano puede lucir fresco y ligero, pero necesitará detalles que realcen esa sensación.
Cómo evitarlo: En invierno, complementa el mantel blanco con elementos cálidos como mantas de lana, centros de mesa en tonos rojizos o dorados, y velas que aporten calidez. En verano, añade detalles frescos como flores naturales, cristalería transparente y servilletas de lino para un toque ligero.
9. Descuidar la Vajilla y Cubiertos
Una mantelería blanca permite destacar la vajilla y los cubiertos, pero si estos son muy simples o no están en buen estado, la mesa puede perder su atractivo. Al ser el blanco tan neutro, todo lo que coloques sobre él resaltará más.
Cómo evitarlo: Elige una vajilla que complemente el mantel blanco, preferiblemente con detalles en color o textura. Los cubiertos deben estar en excelente estado y, de ser posible, opta por tonos metálicos como dorado o cobre para añadir un toque elegante. Además, asegúrate de que estén dispuestos correctamente, ya que una buena disposición contribuye a la elegancia de la mesa.
Logra una Mesa Elegante con Mantelería Blanca
La mantelería blanca es una excelente opción para una mesa elegante y versátil, pero hay que evitar ciertos errores comunes para que luzca en todo su esplendor. Desde la elección de la vajilla y los colores de contraste hasta la textura y el tamaño del mantel, cada detalle cuenta. Con estos consejos, podrás evitar los errores más frecuentes y asegurarte de que tu mesa blanca sea el centro de atención en cualquier evento.