La sofisticación no siempre significa abundancia. De hecho, muchas veces, menos es más. Una mesa elegante y refinada se consigue no solo con piezas bonitas, sino con armonía, proporción y equilibrio. Saber combinar mantelería, menaje y decoración sin sobrecargar el espacio es la clave para lograr un ambiente que deslumbre por su buen gusto y no por la saturación de elementos.
Aquí te contamos cómo conseguirlo paso a paso.
1. Elige una Paleta de Colores Suave y Coherente
Una buena base cromática evita la sensación de desorden:
- Tonos neutros como blanco, beige, gris claro o crema aportan luminosidad y elegancia.
- Si deseas incluir color, limítate a uno o dos tonos secundarios (por ejemplo, azul marino y dorado).
- Evita estampados recargados; si los usas, equilibra con menaje liso y decoración discreta.
2. Mantelería que Estructura sin Robar Protagonismo
El mantel define el tono general de la mesa:
- Opta por manteles lisos de lino o algodón de alta calidad, con buena caída y textura suave.
- Caminos de mesa o manteles individuales pueden ayudar a delimitar el espacio sin recargar visualmente.
- Si deseas algo decorativo, elige bordados sutiles o acabados con detalles finos.
3. Menaje Elegante y Funcional
Escoge piezas que aporten estilo pero sin resultar excesivas:
- Vajilla blanca o en tonos suaves, con formas limpias, es un acierto seguro.
- Cubiertos bien alineados, de acero inoxidable o con acabados mate, añaden distinción sin llamar demasiado la atención.
- Cristalería sencilla pero bien cuidada, preferiblemente transparente y con líneas elegantes.
4. Decoración Discreta y de Buen Gusto
El centro de mesa debe ser un complemento, no un obstáculo:
- Flores frescas en recipientes bajos o pequeños ramos dispersos aportan color y vida sin robar espacio.
- Velas delgadas en portavelas sobrios o pequeñas velas LED crean ambiente sin estorbar.
- Elementos naturales como ramas, piñas, piedras pulidas o frutas pueden funcionar como decoración orgánica y minimalista, sobre todo en entornos como jardines.
5. Distribución Espaciosa y Ordenada
El orden y la proporción son esenciales:
- Deja espacio suficiente entre los elementos para que la mesa “respire”.
- Evita acumulación de objetos innecesarios como utensilios extra, platos decorativos redundantes o centros de mesa demasiado voluminosos.
- Juega con la simetría o el equilibrio visual para crear sensación de armonía.
Sofisticación en Cada Detalle, Sin Excesos
Crear una mesa sofisticada no requiere llenar cada rincón, sino saber qué elementos elegir, cómo combinarlos y en qué medida usarlos. Una buena mantelería, menaje funcional y una decoración bien pensada logran un ambiente refinado donde cada detalle aporta, pero nada estorba.
